Carolina del Norte, Raleigh- Durante las últimas elecciones de medio término en Carolina del Norte, el Partido Republicano obtuvo excelentes resultados tanto a nivel legislativo como judicial.
En función de los votos cosechados, los republicanos lograron hacerse del control de la Corte Suprema de Carolina del Norte, el órgano judicial más importante del estado. Asimismo, quedaron a un curul de la supermayoría en la Asamblea General.
“Eso significa que en el futuro cercano vamos a ver cambios en varios temas. Son asuntos que los republicanos hasta ahora no han podido modificar porque no han tenido los números”, dijo a Enlace Latino NC el activista y concejal de Carrboro Eliazar Posada.
Los asuntos que podrían modificarse en Carolina del Norte tras el triunfo republicano, coinciden los analistas, son el acceso al aborto, la educación y los derechos de los votantes, los impuestos, por citar solo algunos.
¿Puede el partido republicano prohibir el aborto en Carolina del Norte?
La revocación del fallo Roe v. Wade por parte de la Corte Suprema Federal generó que el aborto deje de ser un derecho amparado a nivel constitucional. Eso significa que cada estado pasa a tener la capacidad de regular la interrupción voluntaria del embarazo hacia el interior de su territorio.
Hasta el momento, en Carolina del Norte el aborto sigue siendo legal hasta la semana 20 de gestación. Sin embargo, los republicanos tienen herramientas tanto legislativas como judiciales para revertir esta situación.
“En primer lugar, el Partido Republicano tiene los votos necesarios en la Asamblea General para pasar una ley que prohíba el aborto. Pero, además, si las organizaciones progresistas decidieran demandar esa ley, es muy probable que la mayoría republicana en la Corte Suprema desestime la demanda. Así, efectivamente, el aborto pasaría a ser ilegal”, sostuvo Posada.
Derechos de los votantes
Según el concejal, la hegemonía del Partido Republicano a nivel legislativo y judicial en Carolina del Norte podría cercenar los derechos de los votantes. Sobre todo, de aquellos pertenecientes a minorías. Los mecanismos para lograrlo serían dos: la manipulación de los mapas electorales y la supresión de votantes.
Los mapas electorales son los distritos que diseña la Asamblea General para que los ciudadanos voten a sus representantes legislativos. Se aplican tanto a nivel estatal como en el Congreso federal.
La manipulación de los mapas electorales, también conocida como “Gerrymandering”, implica crear distritos artificiales que no respeten a las comunidades con la finalidad de promover a algunos candidatos por sobre otros.
“Los republicanos hasta ahora siempre han impulsado mapas que les daban una ventaja y que dejaban subrepresentados a los votantes de color y otras minorías. Son mapas que dividen a las comunidades mayormente demócratas. Entonces, aunque haya una mayoría de votantes demócratas en el estado, el diseño de los mapas hace que resulten elegidos representantes republicanos”, expresó Posada.
Para evitar estas trampas electorales, la Corte Suprema estatal tiene la facultad de diseñar los mapas en el caso de considerarlos injustos.
Sin embargo, tal como explicó Posada, es difícil que eso suceda bajo la nueva composición de la corte, donde 5 de los 7 jueces pertenecen al Partido Republicano.
Supresión de votantes
La otra preocupación que menciona Posada vinculada al tema electoral es la supresión de votantes.
“Esto no es nuevo, lo hemos visto en el pasado. Los republicanos van a sacar los mismos trucos de siempre, como limitar la votación temprana o restringir los motivos por los cuales uno puede votar por correo. Son maniobras que afectan principalmente a los votantes afroamericanos o latinos”.
En esa línea, la exigencia de presentar una identificación con foto en los sitios de votación es otra iniciativa del Partido Republicano en Carolina del Norte que ha perjudicado a las personas de bajos recursos.
“Sabemos que si pones una ley que obligue a tener una determinada identificación para votar, eso limita a las minorías y a las personas más pobres. Porque el documento que usualmente se pedía era una licencia de conducir. Y muchas personas pobres no las tienen. Por ejemplo, puede ser que un hombre tenga una licencia, pero su esposa no. Entonces de los dos potenciales votantes de una casa, solo podría hacerlo uno”.
Si bien estas son atribuciones de la Asamblea General, lo cierto es que podrían ser bloqueadas por la Corte Suprema. Pero, dada la conformación del máximo tribunal, parece difícil que eso ocurra.
Influencia del triunfo republicano en la educación en Carolina del Norte
Durante el último período legislativo, el gobernador Roy Cooper vetó leyes impulsadas por el partido Republicano que prohibían la teoría crítica de la raza en las escuelas públicas de Carolina del Norte. Lo mismo ocurrió con el “Parents’ Bill of Rights” que, entre otras cuestiones, limitaba la enseñanza de contenidos de educación sexual y exigía a las escuelas que informaran a los padres si su alumno ha cambiado de pronombre.
Según aseguró el senador republicano Phil Berger, esas legislaciones regresarán tras el triunfo de su partido.
Posada, activista LGBTQ, se mostró especialmente preocupado por el avance conservador en la educación.
También alertó sobre la falta de equidad presupuestaria en educación. Específicamente, sobre el incumplimiento del caso Leandro, que obligaba a enviar fondos a escuelas de bajos recursos. Si bien se trató de una decisión de la Corte Suprema, lo cierto es que los republicanos podrían pasar una nueva ley que fuerce a que la actual composición de la Corte vuelva a analizar el tema.
Supermayoría y poder de anular vetos del gobernador
El proceso de sanción de leyes en Carolina del Norte permite al gobernador vetar leyes de la Asamblea General. Sin embargo, esos vetos pueden ser anulados a través del voto de tres quintos de los legisladores presentes de cada Cámara, también llamado “supermayoría”.
Tras las últimas elecciones, los republicanos obtuvieron la supermayoría en el Senado de Carolina del Norte. Se quedaron solamente a un curul de conseguirla en la Cámara de Representantes estatal.
A pesar de ese curul faltante, los republicanos podrían conseguir los números necesarios si algún legislador demócrata se ausenta de alguna votación o decide no votar en bloque con su partido.
Por ese motivo, los temas que podrían experimentar modificaciones tras el triunfo republicano en Carolina del Norte quedarán sujetos a la actividad de cada partido en la Asamblea General.