Se calcula que hay más de 11 millones de indocumentados viviendo en Estados Unidos.

Carolina del Norte, Raleigh- Durante el mes de agosto se registró un pico de citaciones para iniciar procesos de deportación en la corte de inmigración de Charlotte, Carolina del Norte.

Según cifras de TRAC, una organización de la Universidad de Siracusa que recopila y distribuye datos, en agosto se emitieron 5,224 citaciones por procesos de deportación en Carolina del Norte. En junio, la cifra había sido de 2,726. Es decir, prácticamente se duplicaron en menos de dos meses.

Tal como explicó a Enlace Latino NC Vivian Sánchez, abogada especializada en inmigración con base en Raleigh, las citaciones en la corte de inmigración técnicamente llevan el nombre de “avisos de comparecencia”. En inglés se las conoce como “Notice to Appear” (NTA).

“Un NTA es un documento que inicia el proceso de deportación en Carolina del Norte o en cualquier otro estado”, indicó Sánchez.

Se trata de un documento a cargo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en el que se deja constancia de que se iniciará un proceso de deportación debido a supuestas irregularidades en el estatus migratorio de las personas.

Son diversos los cargos que pueden ser incluidos en la citación. Entre otros, que la persona no tiene autorización para residir en Estados Unidos. O incluso pueden enviarse citaciones a residentes legales que supuestamente han violado la ley.

¿A qué puede deberse el aumento de procesos de deportación en Carolina del Norte?

Los factores que podrían explicar el número de procesos de deportación de inmigrantes en Carolina del Norte en agosto son múltiples.

En primer lugar, mencionó Sánchez, es frecuente que el gobierno tarde en presentar las citaciones ante la corte de inmigración. En ese sentido, los casos pueden llegar a acumularse y cuando el embudo se destapa generar un fuerte incremento en las estadísticas.

Por otro lado, este año se lanzó un nuevo programa llamado “Gestión de Deportación Acelerada de Familias” (FERM, por sus siglas en inglés). 

Este programa, tal como indica el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) fue creado para “expulsar rápidamente” a familias que no tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos. En Carolina del Norte, comenzó a implementarse justamente en agosto, el mes en el que se experimentó un importante incremento en los procesos de deportación.

Citación por proceso de deportación en Carolina del Norte: ¿Qué significa?

Una vez que una persona recibe una citación, debe presentarse ante el juez de inmigración. De lo contrario el magistrado puede ordenar su “deportación en ausencia” o “in absentia”.

Al presentarse en la audiencia, la persona tiene la posibilidad de defenderse. Sin embargo, como subrayó Sánchez, los casos en la corte de inmigración no son penales. Eso quiere decir que las personas no tienen derecho a recibir un abogado gratuito

¿Cuáles son las defensas posibles para evitar la deportación?

Las defensas en estos casos son múltiples y variadas, dependiendo de las características de la acusación.

“La defensa más frecuente en estos casos es la de asilo”, dijo Sánchez. Pero no es la única. El asilo es una protección legal para personas que sufrieron persecución en su país de origen o tienen un temor genuino de sufrirlas. Los motivos de esa persecución, a diferencia de lo que muchos creen, no son solo políticos. También se aceptan factores vinculados a la raza, la nacionalidad o la religión, entre otros.

Otra defensa es la “suspensión de remoción” (“withholding of removal”, en inglés). Consiste en una protección similar al asilo, también destinada a personas que temen sufrir persecución en su país de origen, aunque está destinada a personas que no cumplen con los requisitos del asilo. Por ejemplo, personas que llegaron hace más de un año a Estados Unidos. Sin embargo, Sánchez recalcó que “suele ser más difícil de probar y ganar”.

La “cancelación de remoción” es otra alternativa de defensa. Está orientada a personas que han permanecido en Estados Unidos por un mínimo de 10 años y tienen parientes ciudadanos o residentes legales que sufrirían importantes privaciones. Para calificar, esos parientes deben ser cónyuges, padres o hijos.

El ajuste del estatus es otra de las alternativas mencionadas por la abogada. Esta clase de defensa aplica a personas que han regularizado su estatus migratorio durante el proceso. Por ejemplo, aquellos que entraron a los Estados Unidos legalmente y contrajeron matrimonio con un ciudadano estadounidense luego de recibir la citación por un proceso de deportación en Carolina del Norte o en otro estado.

Por último, Sánchez mencionó la “discreción fiscal”. Consiste en argumentar que uno no es una prioridad para la deportación. Aunque, tal como sostuvo la abogada, el éxito de esta clase de defensa suele depender de los lineamientos del gobierno de turno.


Asistencia legal gratuita en Charlotte para Corte de Inmigración


El impacto del gobierno en los procesos de deportación

Según informó Sánchez en función de su vasta experiencia en las cortes de inmigración de Carolina del Norte, el grado de éxito o fracaso de las defensas en los procesos de deportación suele estar directamente relacionado con el gobierno de turno y sus lineamientos políticos.

“Por ejemplo, la administración de Biden tiene prioridades diferentes a las de Trump. La discreción fiscal tiene mucho más éxito en la actualidad que durante el gobierno anterior. Ahora usted puede solicitarle al fiscal que aplique la discreción con su caso argumentando que no tiene un prontuario criminal y no es una prioridad. Eso nunca hubiera funcionado durante la administración de Trump”.

Otro factor en el que se evidencia la influencia del gobierno es la duración del proceso. A diferencia de lo que ocurre en otra clase de juicios, en los procesos de deportación la lentitud favorece fuertemente al imputado.

“Durante el gobierno de Trump, la mayoría de los casos se resolvían en entre 3 y 6 meses, porque esa era la prioridad en ese momento. En cambio, durante los gobiernos de Obama y Biden los tiempos son mucho más largos y pueden llevar años. Diría que el caso promedio puede demorar entre 2 y 10 años”.

Estos retrasos son muy positivos para las personas que están en proceso de deportación. “Muchas veces las personas ganan perdiendo despacio”, explicó Sánchez. 

Inmigrantes se benefician de los retrasos

El motivo del beneficio de los retrasos radica en que las personas pueden adquirir nuevos argumentos para defenderse durante el transcurso del proceso. Un ejemplo es la petición por un familiar.

“Si una persona indocumentada tiene un hijo ciudadano estadounidense que tiene 18 años, recién podrá peticionar por sus padres cuando cumpla 21. Entonces mientras la persona está esperando tal vez su hijo cumple años y puede peticionar por él, de manera que se van abriendo nuevas defensas mientras esperan”.

Lo mismo ocurre si durante el proceso de deportación la persona es víctima de violencia doméstica, lo cual la torna elegible para otras protecciones.

Más allá de la duración del proceso, las defensas disponibles también varían según la política migratoria del gobierno de turno. 

“Durante el gobierno de Obama había más políticas de perdón, como por ejemplo DACA. Ahora ya no se aceptan nuevas aplicaciones para DACA. Le decíamos al juez que una persona era elegible para DACA y cerraba el caso. Esa opción ya no está disponible porque no se aceptan nuevas aplicaciones”.

En contraposición, el gobierno de Donald Trump redujo considerablemente las posibilidades de éxito de las personas que enfrentaban procesos de deportación.

“El gobierno de Trump ha sido, por lejos, el peor para los inmigrantes. Canceló casi todas las opciones que teníamos. Literalmente no podíamos hacer nada hasta que Biden restituyó muchas de las defensas que Trump había quitado”. 

Dificultad para ganar casos de deportación en Carolina del Norte

Los porcentajes de éxito o fracaso en las defensas de casos de deportación de inmigrantes en la corte de inmigración de Carolina del Norte son difíciles de determinar ya que los juicios son privados.

A diferencia de lo que ocurre en un caso penal, aquí únicamente las partes interesadas pueden ingresar a las audiencias.

Por ese motivo, Sánchez remarca que solo puede compartir su experiencia como abogada.

“Tengo que decir que en la mayoría de los casos perdemos. Diría que perdemos alrededor del 90% de nuestros casos”, se lamentó.

Sin embargo, destacó la importancia de ganar tiempo para encontrar defensas y soluciones antes de que finalice el juicio.

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