Carolina del Norte, Raleigh- La historia se repite una y otra vez: trabajadores y trabajadoras migrantes latinoamericanos reciben ofertas para viajar con visa H-2A a establecimientos agrícolas en Estados Unidos y lo que comienza como un sueño y una ilusión de progreso, termina como una pesadilla. Malos tratos, situaciones precarias de vivienda, amenazas y atropellos de toda clase son moneda corriente en los campos. Sin embargo, en algunas oportunidades, los abusos laborales no quedan impunes y las víctimas reciben su recompensa.

Ese fue el caso de tres trabajadoras mexicanas que denunciaron a su empleador en Carolina del Norte y recibieron una cuantiosa suma de dinero esta semana. Las tres mujeres habían sido reclutadas en México, supuestamente para realizar tareas agrícolas. Sin embargo, al llegar a Estados Unidos, se encontraron con un panorama oscuro.

Tal como denunciaron ante la justicia, después de haber contraído importantes deudas para el viaje, su empleador no les permitió trabajar en el campo sino que les asignó tareas de cocina. Eso implicó salarios más bajos que sus compañeros varones y jornadas laborales extensas. Jamás recibieron un pago por las horas extra trabajadas. 

Además, sus jefes les confiscaron sus pasaportes, las amenazaron con deportarlas si abandonaban el empleo y las obligaron a trabajar en un ambiente bajo abuso verbal, físico y sexual. Incluso una demandante sufrió quemaduras intencionales y otras lesiones físicas que le impidieron huir. Sólo una de las tres logró escapar. Las otras dos debieron permanecer en el campamento, trabajando más de 100 horas semanales. Esta situación fue descrita como de “trata de personas”, un delito gravísimo que implica hacer trabajar a seres humanos contra su voluntad.

Resarcimiento para las trabajadoras mexicanas

Con la asistencia de la División de Trabajadores Agrícolas de Ayuda Legal de Carolina del Norte y el Centro de Justicia de Carolina del Norte, las tres mujeres llegaron a un acuerdo de conciliación con su empleador. Se trata de la empresa José M. Gracia Harvesting, Inc., con sede en Four Oaks. 

El acuerdo de conciliación, que recibió este viernes 2 de junio la aprobación del juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos Terrence Boyle, requiere que los demandados paguen $102,500 más los honorarios y costos de los abogados. 

Además del aspecto monetario, el acuerdo incluye una orden judicial que los obliga a realizar cambios para proteger a los demás trabajadores. Puntualmente, José M. Gracia Harvesting, Inc deberá colocar letreros en sus campos de trabajo en español e inglés, reforzando los derechos de los ocupantes de la vivienda a tener visitas. 

También se les exige que coloquen letreros adicionales publicados por la Comisión de Trata de Personas de Carolina del Norte informando a los trabajadores sobre recursos de emergencia. Y deberán desarrollar una política para prevenir casos de acoso sexual.

Por último, tal como indica la ley, tienen prohibido poseer o controlar los pasaportes o documentos de identificación de sus empleados. Y están obligados a proporcionar un reembolso oportuno a todos sus trabajadores H-2A por sus gastos de viaje y visa.

Un precedente para otros trabajadores con visas de trabajo temporales

Tal como explicó Yesica Velasco-Lopez, una de las tres trabajadoras mexicanas demandantes, el acuerdo monetario no es sólo una buena noticia para las víctimas de este caso sino un precedente para proteger a otros trabajadores.

“Fue importante para nosotros salir de este caso mejorando el futuro para otros que vienen a trabajar después de nosotros”, indicó en un comunicado difundido por el Centro de Justicia. 

Y agregó: “Otros trabajadores no tendrán que sufrir como nosotros”.

Además, Velasco-Lopez alentó a que otros trabajadores sigan su camino y pidan ayuda si la necesitan. 

“No deben tener miedo”, dijo horas después de recibir la noticia de su acuerdo monetario.

¿Dónde pedir ayuda?

Si está en peligro inminente, llame al 911.

También puede comunicarse con la Línea Nacional contra la Trata de Personas llamando al 1 888 373 7888 o enviando un mensaje “Ayuda” al 233733. Y puede chatear en línea en humantraffickinghotline.org.

En todos los casos recibirá ayuda de manera gratuita, en español y de manera totalmente confidencial. No importa su estatus migratorio. La ayuda está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año. 

Otra alternativa es presentar una queja ante la Agencia de Normas Laborales (Wage and Hour Division) del Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

Si está en Carolina del Norte, puede contactarse con la División para Trabajadores Agrícolas de Ayuda Legal de Carolina del Norte en su sitio web. O escriba por WhatsApp al (919) 523-6665 o llame al (919) 856-2180.

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