Carolina del Norte, Durham - A solo dos meses de cumplir 70 años, Alba Milena Sánchez, una colombiana llena de vitalidad, ha demostrado que nunca es demasiado tarde para seguir pasiones y adquirir nuevas habilidades.
“Siempre tuve la inclinación de que quería aprender a coser, pero nunca tuve la oportunidad en mis años jóvenes. Siempre estuve ocupada y lo subestimé un poquito” compartió Alba.
“Pero aquí, teniendo tiempo, como que me descubrí y creo que es sinceramente una pasión”, señaló.
La pasión de Alba por la costura cobró vida gracias a un curso inicial ofrecido por El Centro Hispano hace varios años, y continuó su desarrollo en el verano cuando participó en otros talleres auspiciados por Mini Grants para la Participación Comunitaria de la ciudad de Durham (Community Engagement Mini Grants)
Alba, quien también lidera un grupo de hispanos en un centro de adultos mayores en Durham, es un ejemplo del impacto que estas becas tienen en la comunidad latina.
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Becas para proyectos comunitarios
María Padilla, estratega comunitaria del Departamento de Mejoras Vecinales en la ciudad de Durham, lidera la iniciativa de becas que está dejando una profunda impresión en la comunidad latina del distrito 3.
Padilla y su equipo están empoderando a la comunidad latina y fomentando la unidad, identificando a líderes comunitarios apasionados como Alba que desean marcar la diferencia. Ofrecen becas para residentes de Durham que quieran crear un proyecto en su comunidad.
Las aplicaciones para subvencionar un proyecto en la ciudad de Durham cierran el 4 de septiembre.
Para solicitar, un residente o un grupo comunitario debe unirse en torno a un problema en su comunidad y trabajar juntos en un proyecto.
Esto puede incluir programación comunitaria, como capacitación, clases, eventos, o proyectos de mejora física en su vecindario.
Le darán prioridad a los solicitantes de comunidades subrepresentadas, receptores de subvenciones por primera vez y comunidades que han celebrado conversaciones comunitarias en el último año. Padilla resaltó la importancia de las solicitudes de la comunidad latina.
Padilla expresó que la comunidad latina enfrenta desafíos adicionales cuando se trata de participación cívica. Esto se debe a un sentido limitado de pertenencia en la nueva ciudad al llegar desde sus países de origen, así como a la falta de conocimiento o educación sobre el impacto que pueden tener en la comunidad.
"Mi objetivo es colaborar con estas comunidades y ayudarles a comprender que esta es ahora su ciudad, donde sus hijos están creciendo… Además, es importante que comprendan que tienen el poder de tomar medidas para cambiar las cosas", añadió.

Hilos de empoderamiento
Una de las personas que recibió una ‘mini subvención’ el año pasado creó los talleres de costura en los que Alba participó.
Este proyecto brindó herramientas a varias mujeres latinas para aprender a diseñar y coser una o varias prendas de ropa.
“Es maravilloso porque no es solo aprender a coser, es también el beneficio que le causa a uno aprender y estar relacionado con otros. Estimula la creatividad y nos hace ver de lo que somos capaces”, dijo Alba.
Alba logró diseñar un pantalón y una camisa durante el verano, además de aprender a hacer dobladillos, que son despliegues al borde de la tela que evitan que una prenda se deshile.
Su proyecto más reciente es arreglar con dobladillos el uniforme médico de su yerno.
“A mi eso me da orgullo de mi misma”, expresó Alba acerca de poder ayudar a su familia a través de la costura.
Además de los beneficios para la salud mental, las clases de costura tenían como objetivo ayudar a mujeres que no pueden trabajar fuera del hogar debido a la crianza de hijos o por ser de la tercera edad, a aprender una habilidad que puedan utilizar para generar ingresos, mencionó Padilla.
Alba, quien espera poder seguir aprendiendo más sobre costura, dijo que su objetivo es ser autosuficiente y tener su propio taller o ayudar a otras personas a coser.
“Yo podré tener 70 años pero tengo sueños, tengo ilusiones”, dijo Alba, quien cumple años en Octubre.
Mujeres emprendedoras
Latinas que transformaron la pandemia en una oportunidad de negocio
Tejiendo lazos a través de la costura
Alba agradece las conexiones que pudo establecer gracias a los talleres y cree que son fundamentales para que la comunidad latina se una, respetando la diversidad entre los países.
“Es que fíjese, por ejemplo, en Colombia decimos, ‘voy a coser’; en Centroamérica ‘voy a costurar’. Empezando por el lenguaje, a pesar de ser el mismo español, tenemos diferentes formas de expresarnos”, dijo Alba.
Dentro de este contraste, las clases de costura ayudaron a Alba a ver que, a pesar de las diferencias culturales, los países tienen muchas similitudes y se puede trabajar en conjunto por un mismo fin.
“En esa unidad podemos descubrir entre nosotros la solidaridad y como uno aprende del otro, como se respeta”, dijo Alba quien lleva alrededor de 5 años en los Estados Unidos.
Con entusiasmo, Alba espera poder continuar aprendiendo sobre costura y agradece por estas iniciativas que le permiten encontrarse y transformarse incluso a su edad.
“Es un proceso. Pero como decimos en Colombia ‘al que le gusta le sabe’ y a mi me supo a bueno, a delicioso”, dijo.
La historia de Alba demuestra el poder de las becas para iniciativas comunitarias en la comunidad latina de Durham.
Otro de los proyectos del año pasado fueron clases de terapia de arte para niños con autismo en la comunidad latina.
“Ellos tuvieron la experiencia y las mamás se empoderan pero además creamos la concienciación de la necesidad de programas para niños con autismo”, dijo Padilla sobre otro de los talleres que financiaron durante el verano.
Con la fecha límite para las solicitudes de subvenciones acercándose, se convierten en una oportunidad de tejer vínculos más fuertes y duraderos entre la comunidad latina.