Esta historia es publicada en colaboración de Enlace Latino NC y Southerly. Esta la segunda entrega de una serie de dos partes. Lea la primera parte aquí
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Traducción al español por Lidia Hernández Tapia
Hace tres años, Maggie Beiza se paró por primera vez en el Jamison Mobile Home Park en Greensboro, Carolina del Norte, y se maravilló de las casas y el vecindario perfectamente cuidados.
"Dios mío, era perfecto", dijo. Luego, en español, agregó: "Es una comunidad bien tranquila". Beiza prefiere hablar en spanglish, y expresa sus emociones en el idioma que mejor se adapte a la situación.
A medida que subían los precios del alquiler, Beiza y su familia se movían por distintos complejos de apartamentos. Pero luego en 2018, ella y su esposo compraron una casa móvil por 7 mil dólares. Se instalaron en el parque de casas móviles en Hiatt Street, donde alquilar un terreno cuesta menos de 300 dólares al mes. La asequibilidad de la renta le dio a la pareja una sensación de seguridad; así podrían crecer su familia mientras ahorraban dinero para comprar una casa en el futuro.
"Este es el lugar en el que hemos vivido por más tiempo", dijo Beiza. Su familia había planeado pasar unos años más allí. Pero el 12 de julio, los residentes de Jamison Park recibieron una carta de los propietarios del parque, Family Properties; decía que tenían 75 días para desalojar las instalaciones.
Las casas móviles, en realidad, no son muy móviles y para mudarse requieren altos costos iniciales. El periódico semanal alternativo de Greensboro ¡Sí! Weekly reportó recientemente que un residente de Jamison Park estimó que el costo mínimo de transporte, que incluye comprar un garaje o un sitio donde estacionarse y conectar la electricidad y el agua, sería de 46 mil dólares.
Beiza dijo que el desalojo nunca le pasó por la mente. Ella y las 18 familias en el parque, todas inmigrantes latinx, todavía están conmocionadas. Muchas han vivido allí por dos décadas. Beiza dice que la mayoría de sus amigas en el vecindario son madres solteras.
“He pasado muchas noches sin dormir”, dijo Beiza.
Las casas móviles y los remolques, conocidos como viviendas prefabricadas, son asequibles para las comunidades de bajos ingresos, especialmente los residentes latinx que viven en el nivel de pobreza o por debajo de este. A nivel nacional, los hispanos representan aproximadamente el 13 por ciento de los propietarios de viviendas prefabricadas. En Carolina del Norte, las viviendas prefabricadas representan el 13 por ciento del mercado habitacional.
“Los parques de casas móviles han sido un alivio de muchos de estos problemas para miles de familias en todo el estado”, dijo Kelly Morales, directora ejecutiva de Siembra NC, una organización local sin fines de lucro que atiende a las comunidades de inmigrantes.
"A menudo se encuentran en o cerca de los límites de la ciudad, son ideales para las familias, brindan a nuestra gente espacio para cultivar jardines y con frecuencia se convierten en pequeñas comunidades interdependientes".
Morales agregó que como muchas ciudades de Carolina del Norte experimentan un crecimiento acelerado, los trabajadores se ven cada vez más obligados a elegir entre la proximidad al trabajo y precios asequibles cuando buscan una vivienda.
“Este problema, por supuesto, se agrava para los afroamericanos y latinos de Carolina del Norte que, por diversas razones históricas, tienen menos acceso a la riqueza generacional y las opciones de financiamiento”, dijo.
Como solución, Morales y Siembra NC ayudan a los residentes de Jamison Park a comprarle el parque a Family Properties, y convertirse así en una comunidad que sea propiedad de los residentes. Mientras los organizadores piensan en formas de navegar por el laberinto de leyes de la vivienda y zonificación de Carolina del Norte para ayudar a residentes como Bezia, buscan comunidades en Texas que hayan tenido éxito en la compra de sus parques de casas móviles.

Sin políticas estatales claras
Mike Bullard, director de comunicaciones de ROC USA, una organización que apoya a las comunidades de residentes que son propietarios de sus parques de casas móviles en todo el país, afirma que el mercado hipotecario actual combinado con las diferentes políticas estatales hace más difícil la compra de estas propiedades. Bullard dice que el costo promedio de un parque de propiedad comunitaria es de 2.5 millones de dólares; en los últimos 10 años ha aumentado de manera constante a casi 3 millones de dólares.
Pero estados como Colorado, New Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Oregon y Vermont, han aprobado políticas de Oportunidad de Compra (OTP, por sus siglas en inglés). Ello significa que, si una entidad decide vender una comunidad manufacturada, debe darles a los residentes la oportunidad para igualar esa oferta y “negociar de buena fe por ellos”, dice Bullard.
"Pero en la mayoría de los estados no hay nada de eso", agregó. Carolina del Norte, por ejemplo, no ha aprobado ninguna legislación como la OTP.
ROC USA ha apoyado con éxito a 280 comunidades residentes en 18 estados durante todo el proceso de compra. Apoyan a un total de 19 mil 791 residentes alojados en vecindarios de su propiedad. Las comunidades trabajan a través de un modelo de cooperativa de participación limitada o de bajo costo. ROC USA les presta hasta el 110 por ciento del costo.
"El requisito financiero de entrada para unirse a la cooperativa es muy bajo", dijo Bullard. "El objetivo es que sea accesible". También dijo que, si bien se anuncia como un préstamo a pagar en treinta años, "la idea es que después de 10 años de propiedad, los residentes tengan suficiente capital para refinanciar en el mercado inmobiliario tradicional, donde pueden obtener una tasa más baja".
Los residentes de Jamison Park también se enfrentan a las ordenanzas locales que otorgan permiso a las compañías de inversión para entrar en acción.
En junio, la comisión de zonificación de Greensboro votó unánimemente para rezonificar el área donde se encuentra Jamison Park, lo que permite a Family Properties la opción de vender a una compañía de inversión. Un mes después, Family Properties envió la carta donde les informaban que los residentes de Hiatt St serían desplazados.
Para contraatacar, los residentes formaron la Asociación de Casas Móviles de Vecinos Unidos de Hiatt Street, después de recibir la carta de desalojo. Cuando la asociación marchó a la oficina de Family Properties en agosto, alguien de la oficina desconectó el micrófono, según Siembra NC.
El 24 de agosto, United Neighbors envió una carta a Owl Roost Properties (ORP), la compañía que Siembra NC dice que está en conversaciones para comprarle Jamison Park a Family Properties, donde solicitaban una reunión para discutir la compra del parque. Hasta hoy no han recibido ninguna respuesta de ORP o Wass; tampoco han contestado las solicitudes de comentarios de Southerly y Enlace Latino NC.
En Carolina del Norte, también existe la ley estatal G.S. 160D-910, que permite a los gobiernos locales regular la ubicación, apariencia y dimensiones de las casas móviles, pero prohíbe la exclusión total de las viviendas prefabricadas de una jurisdicción.
Sin embargo, ciudades como Greensboro se han “rezonificado” pasando del uso residencial al uso condicional, para permitir que las empresas inversoras y las compañías de propiedades comerciales compren parques de casas móviles, como lo que sucedió en Jamison Park este verano.
Estas "barreras de zonificación", como se les llama, les dan a los gobiernos locales la autoridad para exigir a las comunidades el cumplimiento de una serie de normas que a menudo no pueden cumplir. Estas condiciones suelen ser medidas subjetivas como la seguridad, la calidad, la apariencia y el impacto que puedan tener en los valores de las propiedades vecinas.
La OTP existe para combatir esas políticas; sin embargo, hay políticas que van más allá. La Ley de Oportunidad de Compra de Inquilinos (TOPA), que existe en varias ciudades en pólizas provisionales, ha sido utilizada por residentes y activistas como una herramienta contra el desplazamiento. Esta les da a los quienes alquilan en edificios multifamiliares o alquilan en parques de casas móviles un aviso por adelantado de que el propietario planea vender, y legalmente les otorga el derecho de primera compra y la oportunidad de igualar una oferta.

Nuevo concepto en Carolina del Norte
Los estados del sur tienen la mayor proporción de viviendas prefabricadas en el país. Pero dado el difícil panorama legal en Carolina del Norte, el concepto de comunidades propiedad de residentes aún es nuevo. Sin embargo, ha habido cierto éxito, como PODER Emma en Asheville, una red de cooperativas que es propiedad de trabajadores y residentes y que incluye 44 unidades de vivienda asequible y permanente en el vecindario Emma de Asheville. (Los miembros de la cooperativa PODER Emma optaron por no hablar con los medios en este momento).
Y este verano, 45 familias en Wake Forest se vieron obligadas a abandonar su parque de casas móviles después de que el dueño de la propiedad se lo vendiera a Middleburg Properties para construir allí un complejo de apartamentos de uso mixto. Los residentes trataron de comprar el terreno. Finalmente llegaron a un acuerdo con el compromiso de Middleburg de distribuir 375 mil dólares para cubrir sus costos de mudanza. Los vecinos también pusieron en marcha una campaña de financiación colectiva.
Siembra NC presentó la solución de compra porque un miembro de la organización, junto con ROC USA, ya había ayudado a organizar un parque en Austin, Texas, para convertirse en una comunidad propiedad de sus residentes en junio de 2020.
“Modelos como el de ROC ayudan a personas que de otra manera tendrían muchos problemas para acceder a viviendas asequibles y permanentes, a hacerlo juntas y permanecer cerca de sus trabajos; además de que puedan seguir siendo una parte integral de nuestras ciudades”, dijo Morales de Siembra NC.
Modelos cooperativos que nacen
En un tráiler de Texas preparado para reuniones semanales, Esthela Garza y Blanca Vega se sientan en una mesa de conferencias para una llamada de Zoom. Garza y Vega son ambas madres y abuelas, una es la presidenta y la otra es vicepresidenta de la Cooperativa Pasadena Trails. Junto con un total de 114 familias, compraron colectivamente el parque de casas móviles donde viven en 2009, con la ayuda de ROC USA.
“Fue una bendición”, nos dijo Garza por Zoom.
Ellas explicaron cómo antes de la compra, las familias, en su mayoría latinx, vivían en constante sobresalto de ser afectadas por reglas decididas y promulgadas por el administrador de la propiedad; sin la participación de los residentes. Por ejemplo, a menudo las adolescentes eran acusadas de holgazanear en sus propios patios.
"No tenías derecho de opinar nada", dijo Vega, "en un país libre". “Así que tomamos el riesgo”, dijo Garza.
Para la comunidad de Pasadena Trails, ese riesgo valió la pena. Desde 2009, cada lote se ha mantenido a una tarifa de alquiler mensual fija de 292 dólares. Los vecinos se reúnen semanalmente. Al menos el 80 por ciento de ellos asisten a la reunión anual de un día donde someten a votación los planes para el año.
Una de las primeras cosas que la junta quería abordar era la gestión de las aguas pluviales. Vega recuerda que la parada del autobús se inundó mientras los niños esperaban para llegar a la escuela. Ahorraron el dinero de cada alquiler mensual para poner el drenaje de la calle y ensanchar la entrada a los parques. Años después, cuando el huracán Harvey azotó a Texas en 2017, el parque Pasadena Trails salió ileso y sin inundaciones. Esto posibilitó que los residentes pudieran ayudar a otros miembros de su comunidad en el proceso de recuperación de la tormenta.
Desde entonces, la comunidad también ha instalado nuevas luces en la calle. Las hijas adultas de Garza y de Vega compraron casas móviles y también se convirtieron en miembros de la cooperativa. Los residentes se comunican regularmente a través de un grupo de Whatsapp. Toman todas las decisiones juntos en las reuniones en persona (o, durante la pandemia, virtuales).
Garza ha sido presidenta de la junta durante nueve años. Su consejo para los residentes de casas móviles que enfrentan el desalojo es que investiguen sobre el modelo cooperativo. También aconseja que hagan alianzas con un grupo como ROC USA.
“La gente necesita estar activa para lograr algo”, dijo. "Siempre tenemos derecho a opinar".
“Vives con el miedo de volver a casa del trabajo un día y ver una nota en la puerta que diga que la comunidad está en venta. Una vez que los residentes compran, tienen una sensación de seguridad; es lo que los oigo decir tan a menudo, que pueden vivir allí todo el tiempo que quieran”, dijo Bullard de ROC USA.
“Ser propietario de una vivienda en una comunidad de propiedad comercial es la mitad del sueño americano. No tienes los beneficios cuando alquilas el terreno donde está tu casa".
Los vecinos de Hiatt Street, como se les llama entre la comunidad, siguen fortaleciendo su aliado. Presionan al director ejecutivo de Family Properties. Lo hacen a través de llamadas telefónicas y cartas para que intente entablar una conversación que, en última instancia, pueda llegar a un acuerdo para quedarse allí.
De vuelta en Hiatt Street en Greensboro, Carolina del Norte, Beiza tiene la esperanza ante la posibilidad de comprar el parque donde vive.
“No tenía idea de que pudiéramos hacer eso como comunidad”, dijo.
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Victoria Bouloubasis cubre la intersección de temas ambientales y movilidad económica en comunidades latinx, de inmigrantes y refugiados en Carolina del Norte para Southerly y Enlace Latino NC.
Esta historia recibió apoyo de Solutions Journalism Network.