Carolina del Norte, Charlotte – El caso de Rubén Galindo, el inmigrante de origen mexicano que murió por un disparo mortal a manos de un oficial de la policía en 2017, estará en la Corte Federal de Apelaciones del Cuarto Circuito, según reportó el diario local Charlotte Observer.
A finales de octubre de 2021, familiares de Galindo apelaron la decisión de un juez federal de desestimar la demanda por homicidio culposo presentada contra el oficial involucrado durante una confrontación de seis segundos en la que murió el inmigrante.
En un enfático fallo de 20 páginas, el juez federal de distrito, Robert Conrad de Charlotte, dijo que, el oficial David Guerra actuó razonable y legalmente el 6 de septiembre de 2017, cuando le disparó dos veces a Galindo.
Más información acerca del caso de Ruben Galindo picando aquí.
Confrontación letal
La confrontación breve pero letal ocurrió afuera de un apartamento cerca de Sugar Creek Road y la Interestatal 85, donde Galindo, de 29 años, vivía con su familia.
Según el precedente de la Corte Suprema de EE. UU. y la ley de Carolina del Norte, la policía está legalmente justificada para usar la fuerza letal si tiene un temor “razonablemente objetivo” de muerte inminente o lesiones graves para ellos mismos o para otros.
Rubén Galindo fue baleado con las manos arriba
Galindo recibió los disparos de rifle del oficial Guerra, pese a que obedeció la orden de los oficiales de levantar las manos.
Un video de cámara corporal revelado después del suceso, mostró como el latino salía de su apartamento y colocaba las manos detrás de su cabeza.
Los oficiales dijeron que Galindo cargaba un arma en su mano.
Antes de dispararle los oficiales le ordenaron en español e inglés que mostrara sus manos lo cual se corrobora en el video, y le demandaron en inglés que tirara el arma, pero Galindo no hablaba inglés, señala el alegato de los abogados de la familia de Galindo.
Le puede interesar: horarios de atención en diciembre de los consulados de México, Guatemala, Honduras y el Salvador.
Demandas legales
El video fue difundido luego de demandas legales del Charlotte Observer y la organización Action NC, para que fuera revelado públicamente.
En la demanda la viuda dice, que “los policías le dispararon en el pecho y en la cabeza y lo mataron instantáneamente, con sus manos aún arriba”.
“El hombre estaba aún en el teléfono con el despachador del 911, cuando camino hacia afuera de su apartamento y fue baleado”, señaló entonces Héctor Vaca, de Action NC.
Investigación de uso de fuerza mortal contra Rubén Galindo
Dos meses después del tiroteo, Andrew Murray, juez del Distrito del Condado Mecklenburg, dijo que su oficina investigó el uso de fuerza mortal y dictaminó que los disparos que dieron muerte a Galindo fueron justificados y no presentó cargos contra Guerra.
Un segundo oficial, Courtney Suggs, que le disparó a Galindo, pero no lo impactó, fue retirado de la demanda el año pasado.
Argumentos que tuvo el juez para desestimar la demanda
Al desestimar la demanda presentada por la pareja de Galindo, Azucena Zamorano, un mes antes de ir a juicio, Conrad dictaminó que las acciones del inmigrante cumplían con el estándar legal necesario para que Guerra lo matara.
“La prueba de razonabilidad es objetiva, y este horrendo conjunto de hechos justifica el uso de fuerza letal frente a una amenaza inminente”,. Fue lo queescribió Conrad en su fallo del caso de Ruben Galindo del 30 de septiembre de 2021.
El juez señaló que: “la serie de malas decisiones de Galindo: beber en exceso mientras poseía y portaba una pistola semiautomática .380, ejecutó un mal plan de rendición y exhibió una total incapacidad o falta de voluntad para prestar atención a las sugerencias de seguridad o las órdenes policiales, todo combinado para crear las circunstancias tensas, inciertas y en rápida evolución que requerían la toma de decisiones por parte de un segundo oficial de un tipo que la jurisprudencia... instruye a los tribunales de distrito a no dudar”.
Se espera una decisión en contra del oficial
Luke Largess, el abogado de Zamorano argumentó que Galindo no planteó el nivel de amenaza necesario para justificar el uso de la fuerza letal por parte de los oficiales, porque murió, mientras intentaba entregarse o cumplir órdenes policiales.
“Estas muertes dejaron a esta familia en duelo hasta el día de hoy”, dijo Largess al diario.
“Creemos que el precedente del Cuarto Circuito no protege a un oficial que dispara a una persona por cumplir con las órdenes del oficial, o que dispara a alguien con ambas manos en alto en señal de rendición. Esperamos que el tribunal esté de acuerdo”, agregó el abogado.
El Observer indicó, que la Corte de Apelaciones estaría revisando la orden del juez Conrad.
Justifica acción del oficial
Por su parte, Lori Keeton, abogada de Charlotte para la ciudad y Guerra, argumenta en sus documentos judiciales que el juez Conrad cumplió correctamente la ley que legítimamente da a los agentes de policía un amplio margen para tomar decisiones en una fracción de segundo, decisiones de vida o muerte.
Keeton dice que Guerra, se encontró con circunstancias peligrosas e impredecibles que involucraban a un hombre armado que estaba borracho y delirante.
Durante las llamadas erráticas al 911, Galindo dijo que quería entregar un arma, que dijo estaba descargada, pero ignoró las repetidas solicitudes del despachador de que dejara el arma adentro de la vivienda.
La confrontación tuvo lugar al este de la ciudad en un área de alta criminalidad.
No esperaron a un oficial de habla hispana
Solo había una forma de entrar al departamento de Galindo, dijo Keeton en su presentación judicial, lo que hizo temer a los oficiales que pudieran estar caminando hacia una emboscada.
Sin embargo, los oficiales no esperaron a un oficial de habla hispana que había sido llamado a la escena, temiendo por la vida de al menos otra persona dentro del apartamento, señaló Keeton.
Galindo apareció en la puerta cuando la policía lo llamó por su nombre.
Mientras Guerra gritaba “manos”, Galindo levantó los brazos antes de finalmente sacar el arma, que en realidad estaba descargada. Segundos después, Guerra abrió fuego.
Dentro de la vivienda, se encontraba además de Zamorano, su hija Ruby, de 3 años, junto con otros niños de la mujer.
Juez desestima declaraciones de otros oficiales en la escena
Largess también argumenta, que Conrad le dio muy poco peso a las declaraciones de otros oficiales en la escena de que Galindo sostuvo su arma al revés y la pellizcó entre sus dedos, no en una posición de disparo.
Guerra dijo a los investigadores de la policía, que Galindo sostenía la pistola como si se estuviera preparando para disparar.
Otro oficial que estaba cerca de la escena dijo, que estaba sorprendido de que Guerra abriera fuego, según la documentación de Largess.
“En ese momento, Guerra y los demás policías habían tomado posiciones protegidas que minimizaban el nivel de peligro”, argumentó el abogado.
En su fallo, Conrad dijo que nada de eso importaba.
“Un oficial razonable en la posición de Guerra no tenía que esperar (hasta que le apuntaran con un arma); no tenía que confiar en un hombre que se creía delirante y posiblemente homicida o suicida; un hombre que había rechazado todas las directivas de las fuerzas del orden destinadas a mantenerlo a él y a otros a salvo”, escribió el juez.
Defensa de Galindo espera confirmación de dictamen del juez Conrad
Por su parte Keeton dijo, que: “incluso si el demandante convence a este Tribunal de que el oficial Guerra se equivocó con respecto a las intenciones del señor Galindo, el oficial Guerra todavía tiene derecho a un juicio sumario porque actuó como lo habría hecho un oficial de la ley objetivamente razonable bajo las circunstancias. Él no debe tener la razón, solo tiene que ser razonable”.
Keeton dijo al diario, que se espera que el Cuarto Circuito haga eco del sólido razonamiento del juez Conrad y confirme la desestimación de la demanda civil contra el oficial Guerra.
El Observer citó, que es probable que el fallo de la Corte de Apelaciones tome varios meses.