Desde hace 14 meses Rosa del Carmen Cruz se refugió en la iglesia de la Reconciliación en Chapel Hill para evitar ser deportada a Honduras.
Con el propósito de apoyar a Cruz y celebrar el movimiento santuario, miembros y líderes de la comunidad se reunieron en esta misma iglesia, el miércoles junio 5.
El enfoque de la celebración del movimiento santuario, fue la presentación de los miembros de la delegación de la organización “Testimonio de Paz”, quienes llegaron desde Honduras.
Esta institución organiza viajes a países en Latinoamérica y el Caribe. La intención de los viajes es apoyar movimientos de justicia social en las Américas, además de informar sobre cómo las políticas de los Estados Unidos afectan las vidas de la gente que vive en estos países.
La reunión inició con un concierto de la banda de Indie Folk, Nantahala. Le siguieron unas palabras del pastor de la iglesia, Mark Davidson y de Rosa Cruz.
Con lágrimas en sus ojos, Cruz se dirigió a las personas que asistieron. Explicó lo difícil que ha sido enfrentar su situación. “La verdad es que estar en este lugar no es fácil, pero gracias a personas como ustedes, me siento más fuerte”, expresó Cruz.
Separada de su familia
Cruz es nacida en Honduras y madre de cuatro hijos, entre ellos una pequeña de solo 7 años.
Al recibir una carta de deportación que le ordenaba salir del país antes de mayo del 2018, no tuvo otra opción que entrar en el santuario, convirtiéndose en la sexta persona en estar refugiarse en una iglesia en Carolina del Norte. “No podía dejar a mis hijos e irme a Honduras, donde todos los días mueren muchas personas”, añadió Cruz.
Consecuencias de intervenciones militares
Los miembros de la delegación “Testimonio de Paz”, explicaron que gran parte de la violencia que se vive en Honduras es debida a las intervenciones de Estados Unidos en Latinoamérica.
“La violencia es la razón por la cual Rosa tiene que dejar su familia, su casa. Entonces es un círculo que está interrelacionado y no puede uno verlo de manera aislada”, mencionó Roderico Díaz, uno de los miembros de la delegación.
Hasta el momento, Cruz ha apelado dos veces a su caso, sin haber recibido ninguna respuesta de parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). Aún así, continúa con la esperanza de poder salir del santuario para estar con sus hijos de nuevo.
Le puede interesar: suspenden deportación de inmigrante en santuario