No puedo dejar de pensar en los jardines improvisados que he notado a lo largo de mi carrera como periodista. Las imágenes me acompañan, como un hermoso adorno que me ha regalado mi trabajo de campo.
Tallos de maíz el doble de altos que yo, plantados afuera de una casa rodante en un vecindario escondido tras hileras de tabaco. Plantas de melocotón a la entrada de la primera casa de propiedad de una familia inmigrante. Hoja santa exuberante que bendecía la acera que conduce a un apartamento, nacida de una pequeña mancha de tierra en el concreto. Hileras de verduras que alimentan a generaciones de familias en un patio trasero en el campo (chiles, tomatillos, papas, verduras) que crecen al lado de un gallinero.
Nuestra conexión con la tierra
En un podcast que escuché recientemente sobre las islas de calor urbano, una imagen visceral saltó hacia mí desde el audio: una mujer que vivía en el complejo de viviendas públicas más grande de San Antonio lamentaba que solo podía cultivar sus verduras en cubos y latas. «No se nos permite sembrar nada en la tierra», dijo.
Nuestra conexión con la tierra y la forma en que la usamos les da un significado a nuestras raíces. Los jardines que cultivamos conectan nuestros cuerpos con el suelo. Nos dan un hogar. Pero el cambio climático, los intereses corporativos y la migración forzada están sacudiendo nuestros lazos con el sentido de ocupar un lugar. En el poco tiempo que llevo informando sobre la crisis de la vivienda, he escuchado tantas historias de personas en el sur de los Estados Unidos que se vieron obligados a mudarse, a migrar nuevamente, a buscar adónde ir, qué deudas asumir, para poder cultivar la tierra, cosechar en la tierra que nunca podrán reclamar como suya.
He pensado en estos temas esta semana cuando reporté una historia sobre las comunidades latinas del sur que luchan contra el desalojo mientras las empresas inmobiliarias quieren comprar sus hogares. Un parque de casas móviles en Austin, Texas ganó una pelea contra los inversores recientemente, y ahora los residentes administran su comunidad como una cooperativa. Otros en Carolina del Norte apenas comienzan su batalla.
Foro Virtual sobre soluciones a los desalojos
Celebraremos nuestro próximo panel virtual con Enlace Latino NC y Southerly el 19 de octubre para hablar con los líderes comunitarios latinos sobre cómo luchan contra la crisis de vivienda y los desalojos en Carolina del Norte. Nos encantaría que te unieras
Únete a Enlace Latino NC y Southerly el martes 19 de octubre a las 4:30 p.m. EDT en una conversación sobre cómo las comunidades latinas en Carolina del Norte trabajan juntas para encontrar soluciones a los desalojos y la crisis de vivienda.
Algunos de los panelistas que participarán son:
- Kelly Morales de Siembra NC
- Nick MacLeod de la Coalición de Vivienda de Carolina del Norte
- Ivan Parra de One Wake
La conversación será moderada en español por la reportera Victoria Bouloubasis de Southerly/ Enlace Latino NC. Se brindará interpretación en inglés.