Carolina del Norte, Raleigh - El verano continúa y para seguir con la diversión, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan tener precauciones en los lugares de recreación acuática en caso de que el agua esté contaminada con microbios.
Las enfermedades transmitidas por el agua en albercas, áreas de juego con agua, e incluso en lugares naturales como mares, lagos y ríos, se pueden contraer al tragar agua contaminada, tener contacto con ella o inhalarla a través de rociadores o aerosoles.
Diarrea, enfermedad más común transmitida por el agua
La diarrea es la más común de las enfermedades transmitidas por el agua.
Y las personas que ya están enfermas pueden contagiar a otras cuando entran al agua en estos lugares.
Las los individuos suelen tener alrededor de 0.14 gramos de heces fecales (similar a unos pocos granos de arena) en su cuerpo en cualquier momento.
Otras enfermedades transmitidas por el agua —como las infecciones respiratorias, de la piel, del oído, de los ojos y otras infecciones— pueden ser causadas por microbios que naturalmente viven en el agua y el suelo.
Si los productos químicos utilizados para matar los microbios (cloro o bromo) en piscinas, bañeras de hidromasaje y áreas de juegos con agua no se mantienen en el nivel adecuado, estos microbios pueden multiplicarse y enfermar a los nadadores.
El mayor riesgo de contraer estas enfermedades son:
- Niños
- Mujeres embarazadas
- Individuos que tienen problemas de salud o toman medicamentos que reducen la capacidad del cuerpo para combatir microbios y enfermedades.
¿Cómo puedo protegerme?
Para ayudar a proteger la salud de los nadadores, es común que se agregue cloro al agua con el fin de prevenir la propagación de microbios y brotes.
Pero sin duda, una de las recomendaciones es que mientras nades, no permitas que entre agua a la boca y al salir de nadar, te seques los oídos.
Otra manera de prevenir las enfermedades transmitidas por el agua es manteniendo los microbios fuera del agua en primer lugar.
Esto significa que si recientemente has tenido diarrea en las últimas dos semanas, no debes entrar al agua, lo mismo para tus familiares.
Antes de entrar a nadar ve al baño y toma una ducha. Enjuagarte por tan sólo un minuto elimina la mayor parte de la suciedad o cualquier otra cosa que tengas en tu cuerpo.
Si llevas a niños contigo, llévalos al baño con frecuencia y revisa sus pañales de igual manera.
Más precauciones para nadar en mar, ríos o lagos puede consultar estos consejos del CDC.