Los Ángeles, (EFE)- El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, propuso este miércoles terminar con la lotería de visados H-1B entre trabajadores altamente calificados de todo el mundo para dar prioridad a los solicitantes con mejores sueldos.
Así lo anunció hoy el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en un comunicado; indicó que ha dado un primer paso en esa dirección al anotar este cambio de manera provisional en el Registro Federal de EE.UU. "para proteger de mejor manera los intereses económicos de los trabajadores estadounidenses".
"Con esta regla provisional, la Administración de Trump continúa el cumplimiento de su promesa para proteger los trabajadores estadounidenses al tiempo que se fortalece la economía". Fue lo que apuntó el subsecretario en funciones del DHS, Ken Cuccinelli.
El programa "H-1B es a menudo explotado y abusado por empleadores estadounidenses y sus clientes. Sucede principalmente con el propósito de contratar trabajadores extranjeros y pagarles salarios bajos", agregó.
Según Cuccinelli, "el actual proceso de selección aleatorio para colocar trabajadores con visas H-1B hace difícil para las empresas planificar sus contrataciones, no logra aprovechar el programa H-1B para competir con los mejores y más brillantes del mundo; perjudica a los trabajadores estadounidenses al traer empleados extranjeros con un nivel de salario relativamente menor".
Punto álgido
El programa H-1B se ha convertido en un punto álgido en el debate sobre inmigración en Estados Unidos motivado por el Gobierno de Trump. Ha llegado a decir públicamente que prefiere inmigrantes de países nórdicos que de otros lugares.
Quienes están a favor del programa defienden que se utiliza para atraer talento y llenar vacíos que el mercado laboral nacional no puede cubrir. Los detractores consideran que quita oportunidades a trabajadores estadounidenses.
Para la Asociación Nacional de Abogados de Inmigración (AILA), estas modificaciones "tendrán efectos paralizantes" en las empresas y la economía de Estados Unidos.
La medida, según cálculos del Gobierno, afectará a unos 85.000 visados de este tipo que se expiden cada año en Estados Unidos.
El DHS abrirá un período de comentarios públicos una vez que se publique oficialmente el cambio en el Registro Federal. La fecha aún no es pública; las partes interesadas podrán presentar durante 30 días ideas "relevantes" a la regla propuesta.