Por Anton L. Delgado | NC News Intern Corps
CAROLINA DEL NORTE, Raleigh — Anuncios que dicen “en alquiler” todavía no han empezado a aparecer en frente de las casas en el Sudeste de Raleigh, sin embargo Kimberly Muktarian, una residente de la zona, anticipa que pronto los va a ver.
Durante los últimos meses, la orden estatal que suspendía los desalojos permitió a los residentes seguir viviendo en sus hogares. El gobernador Roy Cooper emitió la suspensión mediante una orden ejecutiva el 30 de mayo, que venció el pasado 21 de junio.
“La suspensión fue levantada de manera prematura y realmente ha debido ser reconsiderada,” Muktarian dijo. “Todavía estamos teniendo problemas con el COVID y la gente sigue luchando. No le dieron la consideración suficiente y ahora la gente está en peligro tanto físico como económico.”
La suspensión impedía las audiencias de lanzamiento, pero no detenía a los propietarios de demandar a sus inquilinos — lo cual resultó en más de 10,000 casos pendientes a lo largo del estado.
Si bien todavía está vigente la orden federal de suspensión de desalojos, esta solo aplica para aquellos arrendatarios de viviendas cuyos propietarios tienen hipotecas respaldadas por el gobierno federal. Quienes presentan demandas de desalojo en las cortes estatales tienen que proveer un afidávit en elm que se demuestre que su propiedad no tiene financiamiento federal.
ProPublica creó una base de datos que permite a los residentes buscar sus direcciones y ver si están dentro de esta categoría.
A pesar de que la suspensión federal sigue vigente, los abogados,expertos en el sector inmobiliario y activistas dicen que una ola de desalojos en Carolina del Norte es inminente.
“Lo que sabemos respecto a las familias que han sido víctimas de desalojos, es que normalmente esta es la primera fase de un trayecto en el que se empeoran las condiciones de vivienda,” dijo Samuel Gunter, director ejecutivo del North Carolina Housing Coalition. “Estás sacando a la gente de sus hogares durante una crisis por la fuerza. Eso es especialmente terrible porque no tiene porque haber sido de esa manera. Hubiésemos podido crear sistemas para ayudar a la gente.”
Junto con la propagación continua del coronavirus, Gunter dice que las consecuencias de estos desalojos masivos van a sentirse por el resto del año.
“Para poder aislarse en casa, lo primero que se necesita es tener un hogar'', dijo Gunter. “El tener un lugar de residencia es crítico en medio de una pandemia global, por eso fue que se emitió la orden de suspensión en primer lugar.”
Desde que se hizo la primera suspensión, Emily Benfer, una profesora invitada en las facultades de derecho de Wake Forest University y Columbia University, ha estado trabajando junto a The Eviction Lab para monitorear las diferentes políticas entre los estados.
“Desde un comienzo tuve claro que las órdenes de suspensión no eran iguales, a excepción de una cosa: todas tienen una fecha de expiración,” dijo Benfer. “Si lo único que puede hacer un estado es suspender temporalmente los desalojos mediante una orden, lo que realmente está logrando dicho estado, es retrasar la crisis. En el momento en que se levante la orden, la crisis va a seguir existiendo y probablemente va a empeorar.”

Benfer está liderando el trabajo del laboratorio relacionado con la clasificación de los estados de acuerdo con la puntuación de cada política, lo que permite que los residentes y legisladores comparen las diferentes órdenes de moratoria emitidas. El puntaje está basado en las órdenes de emergencia, declaraciones y legislación.
Carolina del Norte está clasificado dentro de los 15 peores estados con un puntaje de 0.19 sobre 5.00 — lo cual lo pone por encima de otros estados sureños como Georgia, West Virginia, Alabama, Louisiana y Tennessee.
“Carolina del Norte está al final de la lista por su estrategia,” Benfer dijo haciendo referencia a la expiración de la orden y la falta de apoyo para renta e hipoteca de vivienda. “Sin tomar más acción, el estado definitivamente va a ver un incremento en los desalojos, relacionados con la pandemia. Eso va a tener consecuencias a largo plazo para la sociedad, el sistema de salud, el bienestar de los niños y la salud pública.”
La clasificación está basada en 22 políticas que de ser implementadas pueden provocar un puntaje más alto. Carolina del Norte ha puesto en práctica cinco de las políticas: el requerimiento de la certificación de CARES, el no desconectar los servicios públicos, la reconexión gratuita de los servicios públicos, un periodo de gracia para pagar la renta y el no tener un cobro por pago retrasado.
“Para que las órdenes sean eficaces, los lanzamientos tienen que estar respaldados con apoyos a corto plazo,” Benfer dijo. “Por ejemplo, extender el desalojo más allá de la declaración de emergencia, impedir que se suspendan los servicios públicos, extender los periodos de gracia y no reportar a las agencias de crédito son todos apoyos a corto plazo que pueden ayudar mucho.”
En el 2018, el laboratorio lanzó la primera base de datos de desalojos nacionales con el objetivo de darle a los resistentes y legisladores información precisa sobre el sector inmobiliario.
“Los desalojos, el no tener hogar, y la caída del mercado de vivienda, son problemas que pueden ser prevenidos'', dijo Benfer. “La pregunta permanece, ¿como sociedad vamos a priorizar este asunto y asegurarnos que el tener un hogar es un componente esencial de ser estadounidense?”
Hay más de 3.3 millones de inquilinos en el estado, según los datos del laboratorio.
“Nuestra investigación ha demostrado que hay comunidades que son afectadas por los desalojos de manera desproporcionada,” dijo Alieza Durana, enlace para el cambio de narrativa en el laboratorio. “Esto es causado por la discriminacion sistémica en nuestro sector inmobiliario, que tiende a dirigirse hacia los negros y latinos.”
Para ayudar a esas comunidades, la Clínica de Asistencia Legal Civil en UNC School of Law creó una alianza con Siembra NC para lanzar una línea de atención en español — 919-590-9165 — la cual provee ayuda legal y paquetes informativos para aquellos que pueden ser desalojados.
“[La meta es] ayudar a que los inquilinos latinos defiendan sus derechos,” dijo Andrew Willis Garcés, director de Siembra NC. “Hay menos posibilidad de que se aprovechen de los inquilinos que están informados y pueden exigir sus derechos.”
Durante la primera semana de funcionamiento de la clínica, que empezó el 22 de junio, se recibieron más de 85 llamadas y mensajes de gente pidiendo asistencia.
“La clínica no tiene la capacidad para representar legalmente a clientes con procesos judiciales de desalojo, por lo que pensamos en una forma alternativa de ayudar,” dijo Kathryn Sabbeth, profesora de derecho de UNC. “Esta línea de atención era una forma de ser realistas en cuanto a que no hay suficientes abogados para representar a los inquilinos que van a enfrentar desalojos en Carolina del Norte. Queríamos proveer recursos para aquellos que van a tener que afrontar esto solos.”
Dado que la facultad de derecho de UNC está en la sesión de verano en este momento, no hay estudiantes trabajando en la clínica, la cual hace que tenga escasez de personal.
“La necesidad ya está superando nuestra capacidad de respuesta. Mandar paquetes informativos toma mucho tiempo,” Sabbeth dijo. “Tenemos la esperanza mas no la confianza de que vamos a poder seguir ayudando en la medida en que los números aumenten.”
“Puede sonar absurdo enviar paquetes informativos, que si soy honesta, espero que estén siendo de ayuda, pero es realmente muy difícil que la gente pueda manejar sola esta situación. Esperar que alguien sin el acompañamiento de un abogado pueda navegar estas leyes complejas y defenderse por sí mismos, es difícil.
Según Sabbeth, los desalojos son una “cuestión de justicia racial y de género dependiendo quien esté siendo afectado.”
Muktarian, presidente de Save our Sons, ha estado trabajando en discutir el componente de justicia racial que hace parte de los desalojos en su vecindario del sudeste de Raleigh.
Trabajando junto a otros grupos de la zona, Muktarian ayudó en el desarrollo de la campaña Stand in the Gap for a Neighbor, la cual el mes pasado recaudó más de $18,000 en donaciones para ayudar a aquellos que no podían pagar el arriendo.
“El COVID está atacando a las minorías en una proporción alarmante, y de igual forma en lo que tiene que ver con los desalojos. Queríamos proveer una ayuda,” Muktarian dijo, “El tener un hogar es un derecho humano, y no es un derecho religioso o un derecho racial. Estamos ayudando a todos porque creemos que la humanidad debe ser protegida.”
El NC News Intern Corps es un programa del NC Local News Workshop, financiado por el North Carolina Local News Lab Fund y coordinado por Elon University’s School of Communication.
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