CAROLINA DEL NORTE, Raleigh- Samuel Oliver Bruno, un inmigrante que estuvo refugiado en santuario en una iglesia en Durham y que luego fue deportado, ahora lucha por su vida y usted puede unirse en ese esfuerzo.
Y es que este 3 de abril, Oliver Bruno sufrió un accidente de tránsito en Veracruz (México). Desde entonces, se encuentra en una constante batalla entre la vida y la muerte, en medio de cirugías y múltiples atenciones médicas, lo cual además genera una deuda en continuo ascenso.
Es por ello que la Conferencia de Iglesias Metodistas de Carolina del Norte lanzó una recaudación de fondos, en el sitio de Go Fund Me con al objetivo de apoyarlo con los gastos médicos.
El comunicado que se publicó en dicho sitio señala: “(Samuel) Recibió una cirugía de emergencia el domingo y una transfusión de sangre”. Quienes le conocen, destacan su calidad humana: “Samuel es nuestro amigo. Él es gentil y amable. Él tiene fe en nuestro Dios amoroso como nadie más que yo haya conocido”, según se extrae del texto en donde además se solicitan oraciones para Oliver.
Según el sitio responsable de reunir el dinero, la meta es llegar a $20 mil, de los cuales se habían recogido poco más de $4 mil a las 4 p.m. de este miércoles, por lo que resta recaudar al menos $16 mil, donde cada aporte es de suma importancia.
Trágico viernes
Fue el viernes anterior (3 de abril) cuando ocurrió la desgracia en Veracruz. A eso de las 5 p.m., se dio la fuerte colisión de un trailer contra una camioneta en la que viajaba Samuel Oliver junto a otras cinco personas, quienes también resultaron heridas y trasladadas a un centro médico, según reportes de prensa de la localidad.
Según el informe del sitio de La Opinión, los hechos acontecieron en la carretera federal Tihuatlán-Álamo, concretamente en el tramo Rancho El Catorce-Citlaltépetl.
[mks_pullquote align="left" width="300" size="14" bg_color="#e8b800" txt_color="#000000"]Para ayudar a Samuel
Las donaciones para la atención médica de Samuel Oliver Bruno pueden hacerse a través de este enlace[/mks_pullquote]
De acuerdo a la información, además de Samuel Oliver, resultaron heridos Isidoro Cruz, Pascual Oliver, Alicia Hernández, Gerardo Olmedo, e Hipólito González.
Caso recordado
Samuel Oliver Bruno fue noticia internacional a finales de noviembre del 2018. En aquel momento, el inmigrante mexicano dejó la iglesia Metodista de CityWell, en Durham en donde permanecía en santuario para atender a una cita con oficial del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés).
La reunión era para proporcionar huellas dactilares y discutir su solicitud en busca de retrasar su deportación. Incluso, para la ocasión, se hizo acompañar por líderes religiosos y personas que le apoyaban en su objetivo. Sin embargo, tras ingresar a la oficina del USCIS, ubicada en Raleigh, fue arrestado.
En aquel momento, el portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Bryan Cox, manifestó que la aprehensión se dio como parte de una “acción de cumplimiento dirigida”.
El funcionario añadió: “Oliver Bruno es un delincuente condenado que ha recibido todos los procesos legales correspondientes de acuerdo con la ley federal, no tiene apelaciones pendientes y no tiene base legal para permanecer en Estados Unidos”.
Ante el hecho, los allegados al latino continuaron sus manifestaciones, por lo que 27 de ellos fueron detenidos, según informó el Departamento de Policía de Morrisville.
El líder religioso Cleve May explicó en aquel momento: “Se presentó como una cita legítima, pero ICE utilizó el debido proceso como trampa”.
En 2014, este hombre de 49 años fue arrestado en El Paso, Texas, tras intentar ingresar al país con un certificado de nacimiento de Texas, según documentos judiciales.
Según trascendió, luego reconoció ser mexicano y haber pagado mil dólares por dicho papel.
Casi un año en santuario
En busca de evitar ser deportado, Oliver Bruno vivió por un lapso de 11 meses en la Iglesia Metodista de CityWell. Su temor era -además- ser separado de su esposa, quien sufre Lupus, y su hijo.
Su deportación despertó la alerta para muchas otras personas en condiciones similares, e incluso tuvo repercusión en el ámbito político. Los congresistas David Price y GK Butterfield afirmaron estar extremadamente alarmados por la detención, y acusaron a las agencias de inmigración de coordinar el arresto.