Situación de trabajadores latinos en plantas procesadores de carne

CAROLINA DEL NORTE, Durham- Los latinos representan el 45% de los casos positivos de COVID-19 en Carolina del Norte. Mientras la cifra continúa en aumento, los trabajadores esenciales siguen siendo afectados de manera desproporcionada, especialmente los trabajadores inmigrantes en el sector alimenticio.

Carolina del Norte lidera el país con la tasa más rápida de brotes de coronavirus en plantas empacadoras de carne y aves de corral. El DHHS se niega a divulgar datos sobre estos brotes y dónde ocurren. Esta falta de transparencia y de acción ha llevado a varios grupos comunitarios, defensores de los derechos laborales y de los inmigrantes, así como periodistas, a firmar esta petición dirigida al gobernador Roy Cooper.

Los últimos en unirse al llamado en favor de los trabajadores esenciales y sus familias son una amplia coalición de organizaciones de justicia ambiental. El martes 16 de junio, 18 representantes de 16 grupos ambientalistas firmaron una carta para solicitar mayor transparencia y medidas de seguridad en las plantas empacadoras de carne. Los grupos instan a la administración de Cooper y al DHHS "a garantizar que todos los datos demográficos sobre raza y etnicidad relacionados con los tests de COVID-19, así como la cantidad de casos y muertes asociadas a empleados de las plantas procesadoras de carne y aves de corral, sean publicados".

De las 18 organizaciones ambientales que firmaron la carta, dos grupos trabajan específicamente con trabajadores inmigrantes de comunidades latinas; esos grupos son Estudiantes en Acción con Trabajadores Agrícolas (SAF, por su sigla en inglés) y el Ministerio Episcopal para los Trabajadores del Campo (EFM). Lariza Garzón, directora ejecutiva de EFM, es la única latina entre las 18 firmas. Garzón señala que pocas veces las organizaciones ambientales se unen para colaborar con demandas laborales.

"Juntos podemos lograr más"

“Fue un recordatorio de que juntos podemos lograr más”, dijo Garzón a Enlace Latino NC. “Los problemas ambientales afectan desproporcionadamente a las comunidades con las que trabajamos. Es importante analizar el problema de lo que está sucediendo en las plantas procesadoras de carne, tanto por el impacto ambiental como humano que tiene en la comunidad”.

El coronavirus se está propagando rápidamente en los condados donde se encuentran las plantas empacadoras de carne. Entre los principales condados con tasas crecientes en junio se encuentran Duplin y Wayne (donde Butterball tiene una instalación), Chatham (donde se encuentra Mountaire Farms) y Lee (donde un latino empleado en Pilgrim’s Pride murió en mayo).

La falta de transparencia en los datos del estado durante la pandemia ha creado tensión en las comunidades donde los casos van en aumento. El 10 de junio, grupos comunitarios latinos organizaron una llamada con la secretaria del DHHS, Mandy Cohen, para expresar sus preocupaciones. En esa llamada, Pablo Friedmann, coordinador del Centro de Recursos Multilingües de las Escuelas Públicas de Durham, destacó que la única razón por la que el público sabe acerca de los brotes en las plantas procesadoras de carne es a través de periodistas que los denuncian.

"En el condado de Chatham, por ejemplo, no hay información sobre de equidad racial, pero lo descubrimos porque los periodistas se enteraron", dijo Friedmann. "Más personas van a morir si eso no se publica. No podemos escondernos detrás del escudo de la privacidad cuando hay docenas de brotes".

Uso de datos

La secretaria Cohen respondió que le preocupaba que "algunas personas pudieran usar" los datos específicos sobre la demografía racial y étnica para estigmatizar a comunidades, como la latina, con el virus. "Me preocupa mucho esa narrativa", dijo.

En abril, la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, fue criticada luego de su aparición en Fox News para hablar sobre el cierre de una planta de Smithfield Foods a causa de un brote. Noem dijo que el "99 por ciento" de los casos "no estaba ocurriendo dentro de las instalaciones" sino en las casas de los trabajadores, "porque muchas de las personas que trabajan en esta planta viven en la misma comunidad, los mismos edificios, a veces en el mismo apartamento".

Para los latinos residentes en Carolina del Norte, la triste realidad del efecto dañino que ha causado el coronavirus en la comunidad—meses después de la pandemia—supera la posibilidad de cualquier estigma. Los defensores afirman que la falta de datos sobre los centros de trabajo para determinar quién se enferma y dónde, exacerba el problema, porque los latinos representan casi la mitad del total de casos de coronavirus en el estado.

Preocupados por los datos

"Estamos extremadamente preocupados por lo que revelan los datos. Nos preocupa aún mas que no tengamos todos los datos". Fue lo que dijo Garzón (que no estaba en la llamada).

Según un estimado que realizó el  Center for Economic and Policy Research, más de la mitad de los trabajadores de la industria cárnica del país son personas de color; 34.9 por ciento son hispanos y 22.5 por ciento son de raza negra. De los trabajadores de primera línea en empacadoras de carne—aquellos que se exponen a mayor riesgo de contraer el coronavirus—CEPR estima que el 51.5 por ciento son inmigrantes y una cuarta parte de ellos viven en familias con dominio limitado o nulo del inglés.

"Negarles a las personas información sobre cómo la pandemia está afectando sus propias vidas es negarles la posibilidad de tomar decisiones para la salud de sus familias y comunidades", agrega Garzón. "Si tienen que trabajar, merecen saber cómo la pandemia está afectando su salud".

Tareas específicas

La carta del 16 de junio solicita a la administración de Cooper y al DHHS siete tareas específicas:

  • Requerir la divulgación pública del número de todos los casos confirmados de COVID-19.
  • Agregar información que muestre las ubicaciones de las instalaciones infectadas por código postal.
  • Solicitar a los empleadores que realicen tests a TODOS los empleados; que exijan a aquellos trabajadores que den positivo que permanezcan en cuarentena durante al menos 14 días. Que esos trabajadores solo se reincorporen al trabajo cuando el test sea negativo.
  • Exigir a los empleadores que proporcionen equipo de protección personal (EPP) adecuado. Proveer estaciones para lavarse las manos y desinfectante para todos los empleados.
  • Exigir a los empleadores que sigan las pautas de distanciamiento social en sus instalaciones.
  • Proporcionar licencia por enfermedad y pago por peligrosidad en el trabajo para todos los empleados que trabajen durante la pandemia de coronavirus.
  • Alentar a las diferentes agencias gubernamentales del estado a trabajar juntas para solucionar problemas de justicia ambiental y de respuesta al COVID-19.

La carta de esta semana se une a una carta que Farmworker Advocacy Network (FAN) enviara al gobernador el 31 de marzo, y a otra del 8 de mayo.

 

Victoria Bouloubasis cubre la intersección de temas ambientales y movilidad económica en comunidades latinx, inmigrantes y refugiados en Carolina del Norte para Southerly y Enlace Latino NC. Es periodista...

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