Olga abraza a su madre y al resto de su familia reunida en Carolina del Norte para celebrar el Día de la Madre
En México el Día de la Madre se celebra el 10 de mayo. Este año Olga pudo festejarlo junto a su madre y su familia en un emocionante reencuentro en Carolina del Norte.

Carolina del Norte, Charlotte – Pasaron casi treinta años para que la mexicana Olga González Delgado, pudiera reencontrarse con sus padres y poder celebrar el Día de la Madre junto a su progenitora.

El miércoles 10 de mayo, se celebraba el Día de la Madre en México, por eso Olga, quien es originaria de Zirándaro (Guerrero) estaba feliz de celebrar, en Carolina del Norte esta fecha junto a su mamá, Luz Delgado, de 64 años. 

Para Olga, es más que una fecha, pues pasó todos estos años añorando verla de nuevo en persona, así como a su padre, Juvenal González, de 69 años, de quienes se separó siendo una adolescente. 

El reencuentro se logró gracias al programa binacional de reunificación familiar, “Almas Mexicanas: Uniendo Familias”, que dirige la Asociación de Mexicanos de Carolina del Norte (AMEXCAN). 

Un tiempo de mucha felicidad

Los padres de Olga llegaron el 5 de abril al Aeropuerto Internacional de Raleigh-Durham, como parte de un grupo de 40 abuelos mexicanos provenientes de los estados de Veracruz y Guerrero.

La mexicana Olga abrazando a su madre en el aeropuerto después de 30 años de no poder reunirse.
Olga llora de emoción al poder abrazar a su madre Luz/Cortesía AMEXCAN

“Al verla sentí hasta miedo, la miraba y pensé que mi corazón iba a dejar de palpitar, era una presión en mi pecho, y pensaba cómo me iban a ver ellos después de tantos años, y también de verlos a los dos ya mayores, porque ellos eran jóvenes, y yo era una niña de 14 años cuando nos separamos”, expresó Olga a Enlace Latino NC

Olga vive con su esposo Arturo De la Cruz, y sus hijas Amely, de 23 años y Amy, de 11 años, en la localidad de Clinton, al este de Carolina del Norte, donde ha construido su vida como madre, esposa y ahora como emprendedora con una compañía de limpieza. 

“Es muy bonito todo con ellos ahora aquí, sé que tendrán que irse otra vez, por eso tratamos de estar juntos lo más que podemos y han disfrutado de sus nietas y ellas de sus abuelos”, contó la mexicana. 

Para la señora Luz, el reencuentro también ha sido motivo de mucha felicidad. “He sentido pura felicidad, es que poder ver a mi hija después de tanto tiempo, a mis nietas ya grandes, mi yerno, todos nos han dado mucho cariño”, manifestó.

Pero su alegría se ha visto multiplicada, ya que otras dos de sus hijas también viven en Carolina del Norte en el mismo condado de Sampson. Yolanda, quien emigró hace 24 años, y Eybi, la menor, quien arribó hace 5 años. 

“Todas me han consentido mucho, no me dejan hacer nada, me compran ropa, zapatos, me arreglan las uñas, y me peinan. Nos han paseado mucho, y la verdad nos ha gustado todo por aquí, tan ordenado, tan verde, tan bonito, muy diferente allá en mi país”, comentó la abuela. 

Lo imposible se vuelve realidad

Olga cuenta, que llegó al país con una tía, quien tenía su custodia, debido a que habían amenazado a su padre de hacerle daño a ella por problemas con una familia y para protegerla decidió enviarla a Estados Unidos. 

“La imagen de mi madre nunca se me borró, no olvidaba cuando me hablaba, cuando cocinaba y nos sentábamos en la mesa, esas memorias no se olvidaron”, dijo Olga.

Pasaron muchos años antes de que Olga pudiera ver a sus padres a través de Internet, porque no había la tecnología. Por lo menos durante 15 años la comunicación era por telegrama, o por llamadas a través de cabinas telefónicas. La primera vez que pudo verlos, fue a través de una computadora. 

La familia de Olga reunida en un restaurante en Carolina del Norte
Olga junto a su esposo e hijas, celebran en un restaurante la llegada de sus padres/Cortesía.

“Compré mi primer teléfono en 2006, pero hasta hace poco mi hija me compró un smartphone, y empecé a hablar más con ellos, también les dimos un teléfono a ellos para poder comunicarnos mejor”, dijo.

Dice, que había perdido la esperanza de poder traer a sus padres, porque había buscado ayuda de abogados y de agencias en México que supuestamente ayudaban a sacar visas, pero no hacían nada y perdió el dinero que pagó. 

Hasta que un día una amiga que siempre la animaba respecto a ver a sus padres, supo del programa de AMEXCAN, y de una reunión informativa que se iba a realizar en la ciudad de Greenville. 

“Estaba muy incrédula, pensaba que eran otros que me sacarían el dinero, pero decidí asistir a la reunión. Llene la aplicación y ellos se quedaron impactados por el tiempo que llevaba sin ver a mis padres, rebasaba a otras personas”, mencionó. 


¿Cuándo es el Día de la Madre en Estados Unidos?


Incertidumbre por la pandemia

Olga comenzó el proceso con AMEXCAN en 2019, con la idea de que sus padres estarían en Carolina del Norte en seis meses como máximo. La cita estaba programada para marzo de 2020 con abuelos del estado de Guerrero otro grupo de Hidalgo tenía la cita para mayo de ese año. 

“Pero llegó la pandemia y todo quedó parado, y dije aquí se acabó todo, pensé que el programa también se había cerrado”, contó Olga. 

Fueron momentos de incertidumbre para Olga, porque su familia fue víctima del Covid-19, con la muerte de su abuela materna, y una de sus tías. Luego su madre resultó infectada por estar cerca de su hermana y estuvo a punto de fallecer. 

Para completar, su padre resultó gravemente herido en un accidente de tránsito, luego que un joven que conducía ebrio impactó el vehículo en que él viajaba, y casi muere desangrado, quedando con una pierna y costillas rotas.

“Pensé que los dos se me iban a ir, fue muy difícil, luego supe que a algunos compañeros del programa se les habían muerto sus papás, y creí que pasaría lo mismo con ellos”, señaló. 

Una luz de esperanza 

Estos dos grupos de abuelos tuvieron que esperar tres años para poder seguir con el proceso. 

Sin embargo, para AMEXCAN estos grupos de abuelos fueron de mucha esperanza, porque después de la pandemia se pudo lograr continuar con el trámite de las citas en la Embajada de Estados Unidos. 

“Hubo mucha confianza en AMEXCAN, porque les dijimos que haríamos lo posible para conseguir de nuevo la cita, y fue de mucha insistencia para seguir en el programa y darles prioridad a estos dos grupos”, dijo a Enlace Latino NC, Maritza Mata Betancour, directora del programa. 

De acuerdo con la directora, los dos grupos se unieron en uno solo y la organización pidió la cita para todos, la cual fue programada para el 8 de febrero en Ciudad de México. De los 48 abuelos citados, 40 obtuvieron el visado. 

“Me encontraba limpiando una casa cuando recibí la llamada de Maritza para darme la noticia, pero me quedé congelada y comencé a llorar, no podía hablar, era un milagro que lo que había pedido a Dios por años, estaba ocurriendo”, expresó emocionada Olga.

Foto del día de la llegada de los abuelos al Aeropuerto de Raleigh, donde aparecen junto a sus tres hijas
Foto del día de la llegada de los abuelos al Aeropuerto de Raleigh, donde aparecen junto a sus tres hijas (izq) Eybi, Yolanda, y (der) Olga/Cortesía

Para la señora Luz recibir la visa fue motivo de mucha alegría y esperanza. 

“Siempre le pedía a Dios que me permitiera ir a ver a mis hijas antes de morirme. Cuando Olga me hablaba por teléfono, yo lloraba porque pensaba que no la iba a volver a ver, cuando me dieron la visa, sentí una alegría inmensa”, manifestó la abuela. 

Los padres de Olga tendrán que regresar a su país en los primeros días de junio, ya que la primera fase del programa es para una estadía de dos meses, pero luego pueden usar su visa de turista para regresar cuando deseen. 

Dónde encontrar información del programa Almas Mexicanas

Para saber más sobre el programa de reunificación familiar “Almas Mexicanas: Uniendo Familias" de AMEXCAN, puede llamar a los siguientes teléfonos: 252-258-9967, 252-329-0593. 

También puede escribir al correo: almasmexicanas@amexcannc.org 

Para más información sobre los programas educativos y comunitarios de AMEXCAN, puede ir a la página web de la organización. 

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