El Censo 2020

Carolina del Norte,Raleigh.-Falta un año para el Censo 2020, pero en California, y en Los Ángeles en particular, ya está sonando la alarma ante la amenaza de un subconteo infantil que este año al parecer, podría ser particularmente grave debido a la desconfianza hacia el gobierno federal. El condado de Los Ángeles ya está considerado como el "más difícil de contar" de todo el país. Lo mismo ocurre con la ciudad de Los Ángeles.

María García es la directora del Censo 2020 para el alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti. En una entrevista, explicó que tanto la ciudad como el condado, los distritos escolares y alrededor de 400 organizaciones comunitarias están involucradas en el planeamiento para contar a la mayor cantidad de personas posibles.

"Una de las primeras cosas que hicimos es actualizar las direcciones que tenía el Buró del Censo con una base de dato de 400,000 direcciones que ellos no tenían". Es lo que dijo García. "En Los Ángeles tenemos lugares de vivienda muy únicos que a menudo no son fáciles de identificar".

Comité para conteo de niños pequeños

El Buró del Censo tiene diversos comités para la implementación en 2020 y hay un comité específico para el conteo de niños pequeños.  "Una de las cosas que ya aprobaron es que van a incluir más lenguaje en el cuestionario para informar que hay que incluir a bebés y niños". Es lo que indicó García.

El tema es tan crucial que ya se están diseñando algunas campañas específicas para contar a niños. La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (NALEO) lanzó "HAZME CONTAR" el 30 de Abril, día del Niño, y su enfoque es específicamente en contar a los niños latinos de 0 a 5 años en el Censo 2020.

"Estamos desarrollando muchos recursos informativos para los padres como postales, plumas. Vamos a hacer gráficas para las escuelas, para hablar sobre los tipos de familias que existen: "yo vivo con mi abuelita", "yo vivo con mi mamá y su amiga", explicó Escobedo.

Aparte de la desinformación, esta vez el miedo será un grave problema. Estudios piloto del Censo hallaron mucho temor en la comunidad inmigrante respecto a la idea de dar cierta información personal en un cuestionario del gobierno, y particularmente si se hace la pregunta de ciudadanía.

"Con todo esto del nuevo gobierno, la gente está muy temerosa en dar información al gobierno", reconoce Janet Méndez, residente de Lincoln Heights y mamá de cuatro hijos. Ella tampoco participó en el Censo de 2010, pero ahora que sus hijos son más grandes y ella cuenta con la protección de DACA, piensa de otra manera.

"Me he estado informando y considero que tiene demasiada importancia por los recursos que van a la comunidad". Es lo que dijo Méndez, quien antes vivió en la ciudad casi totalmente latina de Huntington Park. "Allá no recuerdo que nadie me tocara la puerta para decirme nada del Censo. Pero espero que el año que viene sea diferente".

El costo de no ser contado

¿Qué tanto costaría en dólares no contar bien a estos pequeños?

Según fuentes del condado de Los Ángeles,  la cifra es de 2,000 dólares por año que no vienen del gobierno federal por cada persona que no se cuenta.  Como referencia, California recibió 115,000 millones de dólares en fondos federales para programas en el año fiscal 2016, de acuerdo a Counting for Dollars 2020, un estudio de la Universidad George Washington.

El subconteo en 2010 fue grave. Las proyecciones para 2020 no son menos preocupantes, y se ven agravadas por un ambiente de temor en las comunidades más vulnerables, especialmente las de minorías e inmigrantes, entre las que el ambiente político actual exacerba la ya existente desconfianza hacia el gobierno.

Muchas familias con niños pequeños son inmigrantes y temen el uso que se dé a la información, especialmente si se incluye la llamada "pregunta de ciudadanía", que en este momento depende de una decisión de la Corte Suprema de la nación.

Ser parte del Censo 2020

"Merecemos ser parte del Censo", dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA). "Hay más de 700 mil millones de dólares para salud, vivienda y otros programas; y si no saben que existimos, los gobiernos locales no recibirán el dinero para servir a nuestra comunidad".

La simple información sobre como el Censo se relaciona a cosas como educación y salud hace que algunas mamás respondan positivamente.

Ángeles Rosales es una mamá de Morelos, Cuernavaca; confiesa no haber participado en el Censo de 2010 a pesar de que entonces ya vivía en Los Ángeles y tenía dos hijos pequeños. Ahora tiene tres, dos ya adolescentes.

"La verdad es que no me acuerdo, hay tantos problemas, vivimos al día trabajando y no nos damos cuenta de lo que pasa alrededor". Es lo que explica Rosales, quien vive en el surcentro de Los Ángeles. Dicha área de la ciudad tiene el subconteo más alto en el Censo.

Rosales ahora es voluntaria de CHIRLA, y hace alcance comunitario en su oficina local para informar de los servicios de la ONG a su comunidad. Tiene pensado trabajar para crear consciencia sobre el Censo del año que viene.

"La falta de información es lo más difícil", dice la mujer. "Yo me identifico con muchas de esas familias. Desconocía lo que era el Censo antes de ser voluntaria aquí. Ahora sé que si nos hacemos contar, los recursos vendrán a nuestras comunidades: escuelas, hospitales, si no hay dinero, como los vamos a tener?".

Periodista y escritora especializada en política e inmigración en los Estados Unidos

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