Desde el 2 de octubre de 2025, una nueva regla del Departamento de Trabajo de Estados Unidos (DOL, por sus siglas en inglés) cambió por completo la manera en que se calculan los salarios mínimos para los trabajadores agrícolas temporales con visa H-2A.

“Esta regla reducirá drásticamente los salarios de los trabajadores agrícolas —tanto de quienes llegan a través del programa H-2A como de los trabajadores estadounidenses”, explicó a Enlace Latino NC Lori Johnson, directora legal de Farmworker Justice.

Si bien el impacto varía en cada estado, puntualmente en Carolina del Norte los salarios mínimos descenderán de $16.16 a apenas $12.78.

“Los trabajadores de Carolina del Norte recibirán alrededor de $5 por hora menos”, indicó, por su parte, Letizia Zavala, líder sindical de El Futuro es Nuestro. Y agregó: “También tendrán que dar parte de su sueldo para vivir en viviendas no adecuadas”. 

No sólo para abogados y líderes sindicales se trata de una medida perjudicial. Los propios trabajadores permanecen en un estado de extrema preocupación.

“Gracias a la visa H-2A he podido construir un pequeño patrimonio y he dado a mi familia una vida mejor. Trump quiere bajar el salario y cobrarnos vivienda. Es un golpe muy duro a nuestra economía y a nuestra capacidad de sostener a la familia”, expresó Juan Medrano, un jornalero mexicano que lleva numerosas temporadas trabajando en Carolina del Norte. 

La cuestionada norma fue emitida como una “regla interina” (interim final rule), lo que significa que ya está vigente. De todas formas, el público podrá enviar comentarios hasta el 1 de diciembre de 2025 antes de que se emita la versión final.

¿En qué consiste el cambio? De un salario único a un sistema por niveles

Hasta ahora, el programa H-2A se regía por una única tarifa salarial conocida como AEWR (Adverse Effect Wage Rate). Esa tarifa funcionaba como un piso obligatorio para el salario de todos los trabajadores agrícolas, sin importar su experiencia o el tipo de cultivo.

En Carolina del Norte, el AEWR de 2024 era de $16.16 por hora, y nadie podía ganar menos.

La nueva norma, sin embargo, rompe ese esquema y establece dos niveles de salario:

  • Nivel 1 (Skill Level I o “Entry-Level”): para trabajadores sin experiencia ni capacitación formal.
  • Nivel 2 (Skill Level II o “Experienced”): para empleos que requieren experiencia o mayores responsabilidades.

Según el Departamento de Trabajo, la intención es “reflejar mejor las diferencias reales del mercado laboral” y aliviar los costos que, según argumenta la agencia, están afectando la producción agrícola.

Sin embargo, los especialistas explican que, en la práctica, se trata sencillamente de una estrategia para reducir salarios.

“La norma crea categorías arbitrarias de ´niveles de habilidad´, supuestamente para pagar salarios más altos a los trabajadores con más experiencia. Pero está diseñada de tal manera que la mayoría de los empleos quedarán dentro del nivel salarial más bajo, sin importar si los trabajadores tienen años de experiencia”, señaló Johnson.

Un salario más bajo si el empleador provee vivienda

Además de crear dos niveles salariales, la nueva norma introduce otro cambio clave: los empleadores podrán restar un “ajuste estándar” al salario de los trabajadores H-2A que reciben vivienda gratuita. El argumento del gobierno es que ese beneficio debe contabilizarse como parte de su compensación.

“Hasta ahora, los trabajadores H-2A recibían vivienda gratuita como parte de su contrato, lo cual tenía sentido porque siguen teniendo gastos de vivienda en sus países de origen, donde vive su familia. Con la nueva norma, los salarios por hora de los trabajadores H-2A se reducirán para cubrir el costo de vivir en los campamentos de trabajo agrícola”, dijo Johnson.

En Carolina del Norte, ese ajuste equivale a $1.69 por hora.

En la práctica, el salario mínimo efectivo para muchos trabajadores H-2A queda así:

Esto significa que un trabajador agrícola que en 2024 ganaba $16.16 por hora, ahora podría ganar más de $5 por hora menos si su contrato se clasifica como “nivel de entrada”.

Relacionado: Preguntas frecuentes sobre los derechos de los trabajadores agrícolas en Carolina del Norte

Impacto directo en salarios H-2A en Carolina del Norte

Carolina del Norte es uno de los estados del país con más trabajadores H-2A.

En 2024, el estado certificó más de 32,000 puestos bajo este programa, la mayoría en el sector tabacalero, los viveros y los cultivos de frutas y hortalizas.

Con esta nueva norma, miles de trabajadores podrían ver reducidos sus ingresos, especialmente quienes regresan cada temporada pero cuyos contratos los empleadores clasifiquen como “entry-level”.

Esto no solo afecta a los trabajadores extranjeros. “También afectará a los trabajadores locales, sus sueldos también bajarán”, alertó Letizia Zavala.

Organizaciones de defensa de los derechos laborales en Carolina del Norte anticipan que la medida aumentará la desigualdad salarial y reducirá la capacidad de los trabajadores para cubrir gastos básicos. Sobre todo en zonas rurales donde el costo de vida ha subido en los últimos años.

Un argumento económico y político

El Departamento de Trabajo justificó el cambio citando una “crisis estructural” de mano de obra en el sector agrícola.

Según el texto oficial, el endurecimiento de las políticas migratorias —incluidas las deportaciones y el cierre casi total de la frontera sur bajo la administración Trump— provocó una disminución del 93% en los cruces irregulares, lo que redujo la oferta de mano de obra disponible en el campo.

El gobierno argumenta que, al permitir salarios más bajos para los trabajadores H-2A, los empleadores podrán seguir contratando legalmente, evitar aumentos en los precios de los alimentos y sostener la producción nacional.

Críticos de la medida, sin embargo, sostienen que el verdadero objetivo es abaratar la fuerza laboral agrícola en un contexto electoral donde la Casa Blanca busca mostrar mano dura en inmigración mientras mantiene satisfechos a los grandes productores.

Cómo cambian los salarios en otros estados

El impacto varía según la región, pero el patrón general es el mismo:
una caída pronunciada de los salarios mínimos H-2A.

  • En Florida, el AEWR bajó de $14.77 a $12.47/hora (nivel 1).
  • En Georgia, de $14.68 a $12.27/hora.
  • En California, aunque el salario sigue siendo más alto, el nivel 1 quedó en $16.45/hora, frente a los $19.75 que regían antes.
  • En Texas, el AEWR nivel 1 es de $11.81/hora.

En promedio, el nuevo esquema implica reducciones de entre 10% y 30% respecto a las tarifas vigentes en 2024.

Qué pasa con los contratos ya firmados

La regla establece que los contratos H-2A ya certificados antes del 2 de octubre de 2025 deben mantenerse con las tarifas anteriores ($16.16 en Carolina del Norte) hasta que termine el período laboral.

 Sin embargo, los nuevos contratos presentados o renovados después de esa fecha ya se rigen por las nuevas tarifas.


Encuesta de Enlace Latino>>> Jornaleros en Carolina del Norte revelan preocupación por derechos laborales y peligros en el campo


Qué sigue para los salarios H-2A en Carolina del Norte

La norma entró en vigor de inmediato, pero el DOL abrió un período de comentarios públicos hasta el 1 de diciembre de 2025.

Durante ese tiempo, sindicatos, organizaciones de trabajadores y asociaciones agrícolas podrán enviar observaciones al expediente ETA-2025-0008 a través del portal regulations.gov.

“Farmworker Justice está trabajando junto a otros defensores para preparar comentarios formales y se espera que haya demandas judiciales contra la medida”, adelantó Johnson.

El Departamento de Trabajo deberá luego decidir si mantiene la regla, la modifica o la reemplaza con una versión definitiva.

Una decisión con efectos profundos

En la práctica, esta es la mayor reducción salarial para trabajadores H-2A en décadas.

Y aunque el gobierno la presenta como una medida para “salvar la producción agrícola y evitar escasez de alimentos”, para muchos trabajadores y defensores de derechos laborales representa un retroceso en las protecciones básicas que se habían logrado en los últimos años.

“Con esta medida, el gobierno pone en riesgo la estabilidad de miles de familias que dependen de esos ingresos”, expresó otro trabajador agrícola que prefirió mantener su nombre en reserva. “Los trabajadores del campo siguen siendo esenciales, pero cada vez más invisibles”.

Después de la tormenta

Hace un año, el huracán Helene golpeó al oeste de Carolina del Norte. La comunidad latina respondió con algo más fuerte que la tormenta: solidaridad.

🎧 En este episodio, conoce cómo organizaciones latinas transformaron la crisis en resiliencia.

▶️ ¡Dale play para escuchar!

YouTube video

Creative Commons License

Republique gratuitamente nuestras historias en su website o periódico. Seguimos la licencia de Creative Commons. Dele clic al recuadro, y siga las instrucciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *