La comunidad latina en las zonas rurales está invisibilizada. En Carolina del Norte viven más de un millón de latinos y latinas y muchísimos de ellos trabajan en la industria agrícola: en el campo, en las fábricas procesadoras de carne, en las granjas.
La pandemia ha puesto sobre la escena pública una realidad triste: no hay ayuda para los latinos ni políticas de estado que los incluyan. Mientras deben seguir trabajando, los casos de COVID-19 aumentan en todo el estado y ya más del 23% corresponden a la comunidad hispana.
“La comunidad fantasma” es el cuarto episodio de Latinos en la pandemia.
