Carolina del Norte, Raleigh- En una decisión que fue interpretada como un duro golpe a los derechos adquiridos por la comunidad LGBTQ+, la Corte Suprema avaló a una diseñadora web que se negaba a ofrecer sus servicios a parejas del mismo sexo.
La diseñadora gráfica Lorie Smith había manifestado su voluntad de no brindarle atención a parejas gay debido a sus creencias religiosas. Para hacerlo, se amparó en la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza el libre ejercicio de la religión como así también la libertad de expresión.
Sin embargo, el estado de Colorado, donde se encuentra su empresa, cuenta con una ley estatal que prohíbe la discriminación contra personas homosexuales.
En ese contexto, el máximo tribunal debía decidir si la aplicación de una ley que obligue a un artista a hablar o permanecer en silencio viola la cláusula de libertad de expresión de la Primera Enmienda.
La respuesta de la Corte Suprema fue que tal obligación viola la Primera Enmienda. De ese modo, la decisión priorizó la libertad de expresión por sobre los derechos de la comunidad LGBQ+.
Vale aclarar que Smith no había recibido un pedido concreto por parte de una pareja gay. Esta clase de opinión de la Corte Suprema se conoce como “orden previa a la ejecución”. Por ese motivo, se anticipa a los hechos.
Impacto de la decisión de la Corte Suprema en la comunidad LGBTQ+ y en otras minorías
Durante su gestión como presidente de los Estados Unidos entre 2017 y 2021, Donald Trump nombró tres jueces conservadores en la Corte Suprema. Dado que se trata de un tribunal compuesto por nueve miembros, eso implicó un cambio en un 33% del total de los magistrados, imprimiendo su propio sesgo ideológico.
Desde entonces la Corte Suprema es mayoritariamente conservadora y esta nueva decisión se enmarca en una serie de fallos que ponen en vilo los derechos de las minorías. Tales fueron los casos de la eliminación del aborto como un derecho constitucional o la prohibición de los criterios raciales en las admisiones a universidades.
En ese marco, esta nueva decisión podría poner en peligro los matrimonios entre personas del mismo sexo al priorizar las convicciones religiosas por sobre los derechos de las personas LGBTQ+.
Pero sus consecuencias podrían incluso trascender a la comunidad gay. Por ejemplo, poniendo en tela de juicio las leyes antidiscriminación que impiden negarle atención a diferentes personas por su color de piel u origen étnico.
Fundamentos de la decisión
En su fundamento en representación de la mayoría del tribunal, que tomó su decisión por seis votos contra tres, el juez Neil M. Gorsuch sostuvo que “la oportunidad de pensar por nosotros mismos y expresar esos pensamientos libremente es una de nuestras libertades más preciadas y parte de lo que mantiene fuerte a nuestra República”.
Por ese motivo, consideró que “la Primera Enmienda contempla a los Estados Unidos como un lugar rico y complejo donde todas las personas son libres de pensar y hablar como deseen, no como exige el gobierno”.
En contraposición, la jueza Sonia Sotomayor, una de los tres magistrados disidentes, expresó: “Hoy la Corte, por primera vez en su historia, otorga a un negocio abierto al público el derecho constitucional de negarse a atender a miembros de una clase protegida”.