Hablar de una «adicción» a algo implica que se cumplan ciertos criterios relacionados con la salud: ya sea que nos está causando un estado de malestar o que gestionar el tiempo que dedicamos a una actividad queda fuera de nuestro control. Desde 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la adicción a los videojuegos como un trastorno más que puede considerarse y tratarse.